Carlos Alberto Pairetti, también conocido como el paire, fue un destacado piloto argentino nacido en Clucellas, provincia de Santa Fe, el 17 de octubre de 193A lo largo de su carrera, Pairetti se convirtió en uno de los referentes del automovilismo argentino, dejando un legado de éxitos y triunfos que lo han convertido en una leyenda de este deporte en el país.
Los inicios de Carlos Pairetti en el automovilismo
Desde temprana edad, Pairetti mostró su pasión por los autos y las carreras. A los pocos meses de nacer, su familia se trasladó a la ciudad de Arrecifes, en la provincia de Buenos Aires, conocida como la cuna de campeones del automovilismo argentino. Fue en esta ciudad donde Pairetti comenzó a forjar su camino en el entorno de las carreras.
Su debut en el Turismo de Carretera se produjo el 25 de marzo de 1962 en la Vuelta de Pergamino, conduciendo una cupé Chevrolet prestada por su amigo Néstor Marincovich. A partir de ese momento, Pairetti se convirtió en uno de los pilotos más destacados de la categoría, logrando un total de 22 victorias a lo largo de su carrera en el TC.
Entre 1963 y 1966, Pairetti obtuvo sus primeras nueve victorias en el TC con la marca Chevrolet. Sin embargo, fue en la provincia de Córdoba donde logró algunas de sus victorias más destacadas.
Las victorias de Carlos Pairetti en Córdoba
Carlos Pairetti dejó su huella en la provincia de Córdoba con tres importantes victorias. La primera de ellas tuvo lugar en 1965, en la prueba de TC disputada en Villa Carlos Paz. Pairetti condujo un Volvo 122 SB y logró el mejor tiempo en la clasificación, para luego obtener una impresionante victoria frente a marcas tradicionales como Ford, Chevrolet y Dodge.
Su segundo triunfo en Córdoba llegó en el autódromo Oscar Cabalén en 1968, conduciendo el famoso trueno naranja. Este vehículo se convirtió en uno de los símbolos de Pairetti en su carrera deportiva y fue con el que logró el Campeonato Argentino de Turismo Carretera en ese mismo año. Este título fue el único campeonato argentino que obtuvo Pairetti y lo consiguió con un auto construido por Horacio Steven, basado en el Prototipo Ford que había sido utilizado por Oscar Cabalén antes de su trágico accidente.
La tercera victoria de Pairetti en Córdoba tuvo lugar en 1971, ya corriendo con la marca Ford. Fue en el circuito de Los Cóndores, donde superó a pilotos como Jorge Cupeiro y Mauricio García.
Il matto Pairetti: El loco del automovilismo
Carlos Pairetti era conocido como il matto, que en italiano significa el loco. Este apodo se debía a su estilo de conducción agresivo y arriesgado, siempre dispuesto a acelerar al máximo en cualquier situación. Su habilidad y valentía lo llevaron a incursionar en otras categorías, como monoplazas y carreras internacionales.
En 1968, Pairetti ganó las 500 millas de Rafaela y participó en las 300 Indy en Rafaela en 1971, compitiendo contra pilotos de la categoría USAC de Estados Unidos. También intentó clasificar para las 500 Millas de Indianápolis en ese mismo año y compitió en la Fórmula Tres Europea.
En su etapa final como piloto, Pairetti corrió con la marca Dodge, logrando su última victoria en Mendoza en 197Su retiro oficial de la actividad se produjo el 14 de agosto de 1978, conduciendo una cupé Dodge GTX.
El legado de Carlos Pairetti
Carlos Pairetti dejó un legado imborrable en el automovilismo argentino. Junto a pilotos como Luis Rubén Di Palma y Carlos Marincovich, formó parte de una trilogía que llevó a la ciudad de Arrecifes a ser reconocida como cuna de grandes campeones en el deporte motor. A día de hoy, pilotos como Agustín Canapino continúan representando a Arrecifes y mantienen viva la pasión por el automovilismo en la ciudad.
El legado de Carlos Pairetti trasciende las barreras del tiempo y su nombre siempre será recordado como uno de los grandes íconos del automovilismo argentino. Su valentía, talento y dedicación son un ejemplo para las nuevas generaciones de pilotos que sueñan con seguir sus pasos en las pistas de carreras.
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