La Sebastiana es una de las tres casas que pertenecieron al reconocido poeta chileno Pablo Neruda. Ubicada en el Cerro Bellavista en Valparaíso, Chile, esta casa es un verdadero tesoro literario que ha sido convertido en un museo administrado por la Fundación Neruda. La historia de La Sebastiana comienza con un encargo especial que Neruda hizo a sus amigas Sara Vial y Marie Martner en 195
El encargo de Pablo Neruda
Neruda estaba cansado de la vida en Santiago y buscaba una casa en Valparaíso donde pudiera vivir y escribir en paz. Tenía una lista de requisitos para su casa ideal: no muy alta ni muy baja, solitaria pero no demasiado, vecinos invisibles, original pero cómoda, amplia pero no excesivamente grande, lejos de todo pero cerca del transporte público, independiente pero con comercios cercanos, y, por supuesto, muy barata.
Después de mucho buscar, las amigas de Neruda encontraron un caserón abandonado en el cerro Florida. La casa había sido construida por el español Sebastián Collado, quien había destinado el tercer piso para ser una pajarera. Aunque la casa era grande y tenía una vista privilegiada de la bahía de Valparaíso, Neruda decidió comprarla a medias con Marie Martner y su esposo, el doctor Francisco Velasco. Neruda se quedó con el tercer y cuarto piso, así como la torre, mientras que sus amigos se quedaron con el subterráneo, el patio y los dos primeros pisos.
En tres años, Neruda terminó de construir y decorar la casa, añadiendo detalles como ventanas en forma de claraboya de barco y convirtiendo la terraza más grande en un comedor con vista al teatro Mauri, donde se podían escuchar las bandas sonoras de las películas. La casa fue inaugurada el 18 de septiembre de 1961 con una fiesta memorable, donde cada invitado fue incluido en una lista de méritos inolvidables por su contribución a convertir la casa abandonada en la sebastiana.
El origen del nombre la sebastiana
La casa de Pablo Neruda en Valparaíso recibió el nombre de la sebastiana en honor a su primer propietario y constructor, Sebastián Collado. Collado, un inmigrante español, había construido la casa con la intención de tener una vista panorámica de todo Valparaíso y había destinado el tercer piso para ser una pajarera donde los pájaros pudieran volar libremente.
Cuando Neruda supo de estas ideas y vio la casa, quedó encantado y consideró que Collado, a pesar de no ser poeta, era un verdadero poeta de la construcción. Por eso decidió llamar a la casa la sebastiana en su honor, reconociendo su visión y creatividad en la construcción del lugar.
La Sebastiana como museo
Después del fallecimiento de Neruda, la casa fue saqueada en 1973 después del golpe militar. Sin embargo, en 1991 fue restaurada y se convirtió en un museo operado por la Fundación Neruda. Actualmente, La Sebastiana es una de las principales atracciones turísticas de Valparaíso, donde los visitantes pueden explorar las diferentes habitaciones y espacios de la casa, que están decorados con objetos personales y obras de arte que reflejan la vida y el estilo del poeta chileno.
En el museo, los visitantes pueden admirar las vistas panorámicas de la bahía de Valparaíso desde el último piso, que era el escritorio de Neruda. También pueden apreciar las colecciones de objetos relacionados con el mar, como mascarones de proa, réplicas de veleros y caracolas marinas, que reflejan la pasión de Neruda por el océano.
La Sebastiana: Un legado de Pablo Neruda
La Sebastiana es mucho más que una casa, es un legado de Pablo Neruda. En este lugar, el poeta encontró inspiración y tranquilidad para escribir sus obras maestras. Hoy en día, los visitantes pueden sumergirse en la vida y la mente de Neruda mientras recorren las habitaciones y disfrutan de las impresionantes vistas de Valparaíso. La Sebastiana es un tesoro literario que nos permite acercarnos más al genio creativo de uno de los poetas más influyentes de Latinoamérica.
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