Si hay un coche que personifica la esencia de los deportivos de los años 80, ese es sin duda el Ferrari Testarossa. Con su impresionante diseño de Pininfarina y su poderoso motor de 12 cilindros, este magnífico Ferrari se convirtió en un ídolo de su época.
El sucesor del Ferrari BB 512i
El Ferrari Testarossa fue el sucesor natural del icónico Ferrari BB 512i. Fabricado entre 1984 y 1992, se produjeron más de 100 unidades de este modelo. Su presentación oficial tuvo lugar en el Salón de París de 198
El diseño de la carrocería, creado por Pininfarina, rompió con los estándares estéticos de la época. La característica más distintiva era la canalización del aire hacia la toma lateral, que comenzaba en las puertas. Esto combinaba funcionalidad y diseño, y se convirtió en una seña de identidad del Testarossa.
Un motor sin precedentes
El Testarossa también se destacó por su motor innovador. El motor bóxer de 12 cilindros era el más potente que se había montado en un vehículo de producción hasta ese momento. Con una cilindrada de 943,04 cc y una potencia de 390 CV a 300 rpm, este motor estaba colocado en posición longitudinal trasera.
El Testarossa contaba con una serie de características técnicas impresionantes, como una culata con doble árbol de levas en cabeza por bloque y cuatro válvulas por cilindro. La alimentación era de tipo inyección mecánica Bosch K-Jetronic y el encendido era electrónico Marelli Microplex. Además, el coche contaba con una lubricación por cárter seco y un embrague de dos platos.
Diseño de la carrocería
Uno de los problemas del modelo anterior, el Ferrari BB 512i, era que el interior se calentaba demasiado. Para solucionar este inconveniente, Pininfarina colocó dos radiadores más pequeños en la parte posterior del Testarossa. Esto requería una canalización del aire hacia los radiadores, lo cual se logró mediante las famosas branquias laterales.
Otro aspecto importante del diseño aerodinámico del Testarossa era la sustentación. El cristal delantero, muy inclinado hacia atrás, cumplía la función de un alerón central. Además, el fondo plano del coche ejercía el conocido efecto suelo, lo que mejoraba la estabilidad a altas velocidades.
Joya exclusiva
En cuanto al precio, el Testarossa ha variado a lo largo de los años y dependiendo del país. En los Estados Unidos, por ejemplo, los precios oscilaban entre los 50.000 y los 7000 dólares en 198Sin embargo, el precio oficial de salida en Londres fue de unos 8350 dólares, lo que equivalía a más de lo que costaba una casa de clase media en un buen barrio de Madrid.
El Testarossa se ha convertido en un ícono atemporal de la marca Ferrari. Su diseño retro y su impresionante rendimiento siguen siendo admirados hasta el día de hoy. Este deportivo de los años 80 continúa siendo un objeto de deseo para los amantes de los coches clásicos y para aquellos que buscan la experiencia de conducir una verdadera leyenda sobre ruedas.
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